Para bien o para mal,nuestras vidas están llenas de mentiras,las que soltamos nosotros y las que nos largan los demás las que se dicen para no herir o para salvarnos el pellejo,o por conseguir alguna ventaja que siendo sinceros no tendríamos nunca.
A ver quien se atreve a lanzar la primera piedra pretendiendo no haber mentido en su vida.Todos,absolutamente todos mentimos,por que una de las primeras cosas que aprendemos de chinijos,es que mentir,por mas que nos digan lo contrario nuestros padres,a veces te salva el pellejo.
Pero no solo se miente por sacarnos de un lio,en ocasiones lo hacemos por agradar a otra persona,por ejemplo cuando una esclava le asegura a su Amo,como disfruta,(por ejemplo),con la privación sensorial,cuando en realidad es algo que cierta fobia a los espacios cerrados,no soporta.
Quizás ella tenga la seguridad,de cuanto dicha técnica le gusta a su Amo,y pese al terror que le provoca,se niegue q reconocerlo por agradar a su Amo,o quizás lo haga por miedo a que el considere que si no puede realizar su técnica favorita la esclava no es para el,...pero estos casos son mejor reconocerlos,antes de que la incomodidad de paso a un ataque de nervios.
De ahí,la necesidad de que en la relación BDSM,sea o no sentimental,no hayan secretos,de que tras cada sesión que un par de veces por semana,se comenten los sucesos acaecidos en esos días libremente sin miedos,sin castigos,sin condiciones,para poder ir llegando a acuerdos con las técnicas a realizar,no únicamente aquellas que sean del agrado de ambos,sino especialmente rechazando las que comportan a la larga, algún riesgo a la salud físico-mental.
Evitando molestias hoy,evitaremos tensiones mañana.
Tarha.
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